Junto a estas «licencias alquiladas», Guillén también criticó la presencia de autobuses que acuden a las instalaciones del puerto de Valencia sin lista de pasajeros «careciendo de legitimidad para cargar en los muelles a pie de crucero». Para Guillén, «quitan servicio a los taxistas, cobran más caro y son competencia desleal».
El presidente de la ATCV citó como ejemplo el caso del Bus Turístic «que la semana pasada abandonó su recorrido habitual por la ciudad para realizar en el puerto un servicio discrecional sin estar autorizado».
Ante esta situación, la ATCV anunció la convocatoria de una manifestación para el día 19 de septiembre, que partirá desde las Torres de Serranos. El objetivo, según el presidente de la entidad, es «acabar con la mafia» y exigir a la administración la imposición de la restricción horaria a 12 horas.
Esta restricción es, a su juicio, la única medida que realmente «limpiará al sector de estas ilegalidades y protegerá de la competencia desleal al taxista autónomo y a los usuarios». En este sentido, Emilio Guillén cifró en 600 las reclamaciones que la Agencia Valenciana de la Movilidad ha recibido hasta ahora contra el sector frente a las 67 del pasado año.
Reducción de paradas
La Asociación de Taxistas de la Comunidad Valenciana también criticó la actuación del Ayuntamiento al reducir el tamaño de las paradas de taxi «para conseguir más aparcamientos en zona azul, como ha pasado junto a unos grandes almacenes de la calle Pintor Sorolla y de la avenida de Francia».
Por último, la ATCV lamentó la actitud de la consellera de Transportes, Isabel Bonig, al incumplir el acuerdo para la retirada del excedente de licencias y el inicio de medidas de control e inspecciones de los taxis y los conductores.
SALUT Y BUEN VIAJE.
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