Puerto, aeropuerto y estación de tren son los lugares más frecuentados
Los taxistas vigueses denuncian el notable incremento de coches «piratas» detectados en los últimos tiempos en Vigo. El problema ha sido abordado recientemente con el concejal de Tráfico para que la Policía Local intensifique la vigilancia. Además, los representantes del sector preparan una denuncia que presentarán ante la Dirección Xeral de Transportes de la Xunta. Pedirán que adopte las medidas oportunas, que pasarían por imponer multas contundentes a los infractores, según explica el representante de los taxistas vigueses, Manuel Chorén.
Los servicios piratas se llevan a cabo con todo tipo de vehículos privados, desde utilitarios hasta autobuses y grandes turismos para empresas. También hay sospechas de furgonetas y camiones de mudanzas, aunque estos últimos no se han podido contrastar. Otros casos, sin embargo, ya se han puesto en manos de la Policía Local, como el de una mujer que se sitúa en el puerto con un cartel en el que ofrece un tour por Vigo por quince euros. Una vez captados los clientes y en función de los que tenga, alquila un autobús de veinte o treinta plazas y lleva a los turistas de paseo, comenta Chorén. Este tipo de prácticas causan un gran perjuicio al sector del taxi, a Vitrasa y en última instancia, al Concello, que es el que tiene que abonar la cantidad que deja de ganar la empresa concesionaria del transporte público.
«La policía habló con la mujer y estuvo un tiempo sin aparecer, pero después volvió», añade el presidente de los taxistas vigueses.
A veces el fraude es cometido por empresas de grandes turismos. Trabajan con coches de gama alta que prestan sus servicios a ejecutivos. El problema es que en ocasiones ni son de alta gama, ni tienen empleados para cada vehículo a jornada completa, ni disponen de local con una persona al frente, algo que deben cumplir, según la ley.
«Vamos a denunciar también a estas empresas para que cumplan la normativa», advierte el representante del sector.
Los principales puntos de los que se tiene constancia de la presencia de «vehículos piratas» son el puerto, aeropuerto y estación de ferrocarril. Al margen de estos se sabe que algunos servicios se ofrecen por Internet para organizar viajes largos a otras ciudades españolas y compartir el coche entre varias personas.
«Estamos controlando y apuntando las matrículas de Peinador para denunciarlos», comenta Manuel Chorén.
Aunque la mayoría de los infractores son de Vigo, también han detectado la presencia de conductores de otros municipios del entorno. A este tipo de prácticas no son ajenos tampoco antiguos compañeros patronos o asalariados, que una vez jubilados o al quedar sin trabajo, hacen servicios con sus coches particulares.
Manuel Chorén alerta del peligro que supone circular en vehículos de forma ilegal al carecer de seguro para los ocupantes. Luego, dice, pasa cualquier cosa y vienen las lamentaciones. A esto, añade, hay que sumar el precio, que suelen ofrecerlo como más barato de lo habitual, cuando no es cierto. Todo lo contrario, está convencido de que timan a los viajeros.
Donde de momento no se ha detectado la presencia de taxis «piratas» es el campus universitario, aunque no descarta que existan o aparezcan en cualquier momento.
SALUY Y BUEN VIAJE.
Los taxistas vigueses denuncian el notable incremento de coches «piratas» detectados en los últimos tiempos en Vigo. El problema ha sido abordado recientemente con el concejal de Tráfico para que la Policía Local intensifique la vigilancia. Además, los representantes del sector preparan una denuncia que presentarán ante la Dirección Xeral de Transportes de la Xunta. Pedirán que adopte las medidas oportunas, que pasarían por imponer multas contundentes a los infractores, según explica el representante de los taxistas vigueses, Manuel Chorén.
Los servicios piratas se llevan a cabo con todo tipo de vehículos privados, desde utilitarios hasta autobuses y grandes turismos para empresas. También hay sospechas de furgonetas y camiones de mudanzas, aunque estos últimos no se han podido contrastar. Otros casos, sin embargo, ya se han puesto en manos de la Policía Local, como el de una mujer que se sitúa en el puerto con un cartel en el que ofrece un tour por Vigo por quince euros. Una vez captados los clientes y en función de los que tenga, alquila un autobús de veinte o treinta plazas y lleva a los turistas de paseo, comenta Chorén. Este tipo de prácticas causan un gran perjuicio al sector del taxi, a Vitrasa y en última instancia, al Concello, que es el que tiene que abonar la cantidad que deja de ganar la empresa concesionaria del transporte público.
«La policía habló con la mujer y estuvo un tiempo sin aparecer, pero después volvió», añade el presidente de los taxistas vigueses.
A veces el fraude es cometido por empresas de grandes turismos. Trabajan con coches de gama alta que prestan sus servicios a ejecutivos. El problema es que en ocasiones ni son de alta gama, ni tienen empleados para cada vehículo a jornada completa, ni disponen de local con una persona al frente, algo que deben cumplir, según la ley.
«Vamos a denunciar también a estas empresas para que cumplan la normativa», advierte el representante del sector.
Los principales puntos de los que se tiene constancia de la presencia de «vehículos piratas» son el puerto, aeropuerto y estación de ferrocarril. Al margen de estos se sabe que algunos servicios se ofrecen por Internet para organizar viajes largos a otras ciudades españolas y compartir el coche entre varias personas.
«Estamos controlando y apuntando las matrículas de Peinador para denunciarlos», comenta Manuel Chorén.
Aunque la mayoría de los infractores son de Vigo, también han detectado la presencia de conductores de otros municipios del entorno. A este tipo de prácticas no son ajenos tampoco antiguos compañeros patronos o asalariados, que una vez jubilados o al quedar sin trabajo, hacen servicios con sus coches particulares.
Manuel Chorén alerta del peligro que supone circular en vehículos de forma ilegal al carecer de seguro para los ocupantes. Luego, dice, pasa cualquier cosa y vienen las lamentaciones. A esto, añade, hay que sumar el precio, que suelen ofrecerlo como más barato de lo habitual, cuando no es cierto. Todo lo contrario, está convencido de que timan a los viajeros.
Donde de momento no se ha detectado la presencia de taxis «piratas» es el campus universitario, aunque no descarta que existan o aparezcan en cualquier momento.
SALUY Y BUEN VIAJE.
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