También desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Andalucía, su vicepresidente, Rafael Amor, subrayó el apoyo de su organización al sector y afirmó que no se entiende “el ensañamiento de algunas organizaciones de consumidores con el sector del taxi”. Al dirigente de ATA la propuesta de Auttacor le pareció “coherente”, pues “permite a los taxistas que tienen un asalariado repartir el trabajo en dos jornadas de 8 horas”.
CÓRDOBA – Los autónomos del sector votan en asamblea una propuesta “consensuada con el Ayuntamiento” para que se siga trabajando durante 24 horas de viernes a domingo.
El sector del taxi votó ayer favorablemente en asamblea moderar su propuesta de recorte de jornada a 16 horas
con el objetivo de que el gobierno municipal del PP la apruebe. Según esa iniciativa, que salió adelante aunque con reparos por el sector y “consensuada” con el Ayuntamiento, los taxistas propondrán al Consistorio una modificación de sus principales pretensiones de reducir la jornada máxima que puede desarrollar cada vehículo durante un máximo de 16 horas.
Lo que votó ayer la entidad de titulares de licencias -explicó Miguel Ruano, el presidente de la asociación de autónomos del taxi- es que esa jornada reducida sea de lunes a jueves (ambos días inclusive) mientras que se mantendrá el actual desempeño de 24 horas por licencia entre los viernes y los domingos. La propuesta se desarrollará a partir de la entrada en vigor de las tarifas de 2012 -que aparecen en el BOJA a primeros de año-. No habrá diferencia entre días festivos, vísperas o laborables y el acuerdo se establece por un año para saber si, efectivamente, cumple los objetivos en el sentido de sostener una oferta razonable ante la demanda existente y propiciar el equilibrio financiero del negocio.
Ruano aseguró que esta formula se ha “hablado con el Ayuntamiento” aunque no consta que el gobierno municipal haya tomado una decisión al respecto. El equipo del PP aseguró en su momento que esta misma semana daría una respuesta y en el sector del taxi se asegura abiertamente que se aprobará la propuesta como consecuencia de las negociaciones entabladas durante los últimos días sobre esta cuestión.
La reducción de jornada -originalmente, los autónomos reclamaban que fuera de lunes a viernes, ambos inclusive- es una reclamación de la asociación mayoritaria del taxi para amoldar el número de vehículos que circulan en la ciudad, particularmente en las horas de menor demanda de trayectos, a la caída del negocio generada por la crisis económica. Miguel Ruano explicó ayer que la asistencia del servicio público está plenamente garantizada, entre otras cuestiones, “porque no vamos a tirar piedras sobre nuestro propio tejado”. El responsable del colectivo de autónomos -los titulares de las licencias- explica que en estos momentos se cuentan con herramientas tecnológicas “cada vez mejores” para responder a los picos de demanda motivados por aspectos puntuales de la vida de la ciudad.
La tesis de los impulsores de esta medida es que, dado que los profesionales del taxi inician su jornada de forma escalonada, nunca se producirá el supuesto de que la ciudad quede desabastecida del servicio en ningún tramo del día. Tecnológicamente, el taxímetro funcionará como un cronómetro con una cuenta atrás de forma que contabiliza las horas en las que el vehículo se encuentra en la calle. Ese reloj se detiene cuando el profesional para el coche para asuntos propios o paradas prolongadas. Cumplidas las 16 horas, el propietario del taxi tendrá obligatoriamente que parar el vehículo hasta la siguiente jornada. La intervención del Consistorio en esta cuestión radica en la ordenanza municipal que explica que es el depositario último de las competencias sobre la ordenación del transporte público.
Evidentemente, es una medida con detractores. Existen taxistas contra la regulación horaria, que han defendido la existencia de un doble horario, uno de 16 horas para los taxistas que no tengan asalariados y otro más amplio para los que sí tengan empleados. Unos 70 profesionales forman parte de esa entidad. También hay una tercera vía que entiende que hay que ser más restrictivo aún y promover una jornada máxima de 14 horas por vehículo para garantizar la rentabilidad de los autónomos que se dedican a esta actividad. En la asamblea de ayer, Ruano reconoció que la decisión de reducir las pretensiones aprobadas por una asamblea anterior se aprobaron aunque con reparos “aunque el profesional confía en su junta directiva” y “nos dotamos de una norma básica de regulación”.
El discurso de los defensores de la limitación horaria a 16 horas tiene que ver también con las condiciones laborales de las personas asalariadas. Aseguran que, en otras ciudades y ante la caída del negocio, las condiciones laborales de las personas que trabajan por cuenta ajena en la profesión se han reducido por la llegada de trabajadores inmigrantes “que aceptan lo que sea”, como jornadas interminables al volante. Un acuerdo en este sentido -ya se verá si unánime o fragmentado- evitará la protesta del sector que había llegado a amenazar al PP con una huelga.
SALUT Y BUEN VIAJE.
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