«Yo encontré el anuncio por internet y cuando llegó el supuesto taxi era una furgoneta –comentó una usuaria , pero el conductor me dijo que se le había estropeado el coche». Cuando llegaron al aeropuerto agentes de Policía los interceptaron y los identificaron. Según detalló otro de los «clientes», el vehículo que fue a recogerlos era un camión de mudanzas y tuvo que realizar el trayecto en la cabina trasera, con varios muebles y paquetes que transportaba en su interior. «Se anunciaba como taxi en un cartel pegado a una farola», explicó.
Importe excesivo.
Para Miguel Ángel Leal, secretario de la Asociación Gremial del Taxi, estos «buscavidas» no son más que «delincuentes». «Para empezar, porque les cobran un importe excesivo y siempre menor que el de un taxi que, además, paga un seguro de responsabilidad civil que cubre a los pasajeros».
Según detalló Leal, la sanción por llevar pasajeros de forma ilegal es de 3.000 euros a los que se añadirían otros 3.000 euros por irregularidades en la tarjeta de transporte que puede, incluso ser retirada. «En otras ocasiones se les inmoviliza el vehículo además de las sanciones que se impongan tras las reclamaciones judiciales», explicó e insistió en que para los taxistas «es una prioridad absoluta acabar con esta gente».
Además, el secretario de la Asociación Gremial del Taxi denunció la facilidad con la que se encuentran estos transportes ilegales. «En internet se anuncian sin ningún rubor e incluso en las farolas», reclamó. Leal hizo un llamamiento a los usuarios para que no se dejen engañar por estos anuncios. «Un taxi es más barato y más seguro», recordó.
Los propios taxistas, que deben esperar varias horas en el aeropuerto para cargar pasajeros, vigilan a estas furgonetas para colaborar con la Policía en cuanto detectan alguna. Hace dos años hubo varios incidentes graves entre los conductores del servicio público y los taxis-piratas.
SALUT Y BUEN VIAJE.
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