Valencia – El secretario de Acción Sindical de USO-CV, Felipe Bueno, anticipó ayer la convocatoria de nuevas protestas en el sector del taxi por el retraso en la regulación de los horarios y libranzas que debe aprobar la Generalitat.
La Conselleria de Infraestructuras todavía está elaborando informes y escuchando opiniones antes de decidirse a plantear una consulta entre los 2.883 taxistas de Valencia y su área metropolitana. Bueno criticó que la orden actual perjudica mucho a los conductores, al obligarles a descansar un día y diez horas de la jornada siguiente.
«Eso debía durar un par de meses, ser algo provisional, para entonces hacer el referéndum. En junio debía haberse resuelto todo», indicó. El caso es que no hay plazos para la orden definitiva y se acerca el final de año, con lo que podría suceder que «actualicemos tarifas sin conocer nada del tope horario ni los días de libranza».
Esto supondría abrir de nuevo los taxímetros cuando la conselleria dé el paso y decida, lo que añadirá otro gasto a las pobres cuentas del sector, castigado por la crisis económica y el exceso de oferta.
Las últimas protestas de los taxistas consistieron en manifestaciones con sus vehículos que complicaron mucho el tráfico en Valencia, así como el bloqueo de la parada de la estación Joaquín Sorolla. Bueno no precisó en qué consistirán las nuevas protestas, aunque sí las dio por seguras en caso de que la Generalitat no resuelva de una vez un conflicto que se alarga demasiado.
La situación actual es tan precaria que la principal organización del sector, la Unión Gremial, pactó con la asociación empresarial del taxi, un sistema de descansos que aplican desde enero, de dos días seguidos sin límite de jornada laboral.
SALUT Y BUEN VIAJE.
La Conselleria de Infraestructuras todavía está elaborando informes y escuchando opiniones antes de decidirse a plantear una consulta entre los 2.883 taxistas de Valencia y su área metropolitana. Bueno criticó que la orden actual perjudica mucho a los conductores, al obligarles a descansar un día y diez horas de la jornada siguiente.
«Eso debía durar un par de meses, ser algo provisional, para entonces hacer el referéndum. En junio debía haberse resuelto todo», indicó. El caso es que no hay plazos para la orden definitiva y se acerca el final de año, con lo que podría suceder que «actualicemos tarifas sin conocer nada del tope horario ni los días de libranza».
Esto supondría abrir de nuevo los taxímetros cuando la conselleria dé el paso y decida, lo que añadirá otro gasto a las pobres cuentas del sector, castigado por la crisis económica y el exceso de oferta.
Las últimas protestas de los taxistas consistieron en manifestaciones con sus vehículos que complicaron mucho el tráfico en Valencia, así como el bloqueo de la parada de la estación Joaquín Sorolla. Bueno no precisó en qué consistirán las nuevas protestas, aunque sí las dio por seguras en caso de que la Generalitat no resuelva de una vez un conflicto que se alarga demasiado.
La situación actual es tan precaria que la principal organización del sector, la Unión Gremial, pactó con la asociación empresarial del taxi, un sistema de descansos que aplican desde enero, de dos días seguidos sin límite de jornada laboral.
SALUT Y BUEN VIAJE.
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