Los servicios anuales en León al comienzo de la crisis eran 520.000, ahora son 352.000, un 36% menos.
La radiografía económica de la recesión en el sector del taxi en León, como en otros muchos gremios, resulta impactante desde el comienzo de la crisis hasta el momento actual. La asociación del radiotaxi, que agrupa a buena parte de los casi 180 profesionales en la capital de la provincia, ha puesto recientemente números escalofriantes al desplome en el capítulo de los servicios anuales.
Desde que empezara a despeñarse la economía, entre 2007 y 2008, hasta el año pasado, la cifra de carreras que realizaban estos profesionales al servicio público ha caído más de un 36%. Aunque lo peor de todo es que la sangría no parece que vaya a detenerse sin más a tenor de la comparativa de la estadística entre los dos primeros meses del pasado ejercicio y los de 2013.
En enero y febrero de este año se contabilizaron entre los taxistas de León un total de 28.116 y 25.138 servicios respectivamente. Entre un 10 y un 15% menos que los registrados durante los mismos meses del año anterior —31.025 y 29.803—. Los datos forman parte de un reciente balance presentado por la asociación de radiotaxi de la capital, que preside Álvaro Baños. «Lo peor es que todo sigue a la baja y que la tendencia pesimista es la misma al menos hasta que se empiece a recuperar el consumo en algún momento. Parece que no hay salida», reflexiona Baños, en un tono más que gris a propósito de la situación del sector y el desplome de la recaudación.
Aunque tampoco es tan cierto. Sí hay una alternativa. Es la de trabajar el doble de horas para procura paliar la pérdida de facturación y un incremento sostenido en los combustibles. Si bien menos trabajo se corresponde en este caso con un menor coste de la energía que alimenta los vehículos del ramo.
Bienio muy negro
En el año 2007, el número de carreras anuales de los taxis de la capital sumaban 524.332. En 2008, el descenso de este volumen fue mínimo. Apenas se registraron 4.000 menos, lo mismo que en 2009. Fue en 2010 cuando el bajón del consumo propiciado por la crisis se hizo más manifiesto. Al cabo de ese año la suma de servicios fue un 14% inferior al de dos ejercicios antes con un total de 450.257.
Entre 2011 y 2012 es cuando se ha constatado que los taxistas, como la economía del país, no acaban tampoco de tocar fondo. El 2011 se saldó con 403.384 servicios y en el 2012 se superaron ligeramente los 352.000.
¿Como marcha 2013? Bastante mal si se tiene en consideración que en los dos primeros meses del año se perdieron 3.000 servicios respecto a enero de 2012 y 4.000 respecto a febrero de ese mismo ejercicio. Las estadísticas hasta junio, como refrenda Álvaro Baños a este periódico, todavía no están cerradas. Pero las expectativas no resultan muy halagüeñas.
Otras alternativas para engrosar los ingresos, como es por ejemplo la publicidad que se suele pasear por la ciudad en diversas partes del vehículo, tampoco parece que pasen por el mejor momento, dada la caída también de la capacidad de las empresas en ese campo. Aunque al menos el Ayuntamiento de León no figura entre los que gravan ese soporte como ocurre en algunas capitales españolas. En Barcelona, por ejemplo, el Ayuntamiento de la ciudad condal acaba de establecer una tasa «low cost» para favorecer este tipo de ingresos entre los taxistas.
SALUT Y BUEN VIAJE.
La radiografía económica de la recesión en el sector del taxi en León, como en otros muchos gremios, resulta impactante desde el comienzo de la crisis hasta el momento actual. La asociación del radiotaxi, que agrupa a buena parte de los casi 180 profesionales en la capital de la provincia, ha puesto recientemente números escalofriantes al desplome en el capítulo de los servicios anuales.
Desde que empezara a despeñarse la economía, entre 2007 y 2008, hasta el año pasado, la cifra de carreras que realizaban estos profesionales al servicio público ha caído más de un 36%. Aunque lo peor de todo es que la sangría no parece que vaya a detenerse sin más a tenor de la comparativa de la estadística entre los dos primeros meses del pasado ejercicio y los de 2013.
En enero y febrero de este año se contabilizaron entre los taxistas de León un total de 28.116 y 25.138 servicios respectivamente. Entre un 10 y un 15% menos que los registrados durante los mismos meses del año anterior —31.025 y 29.803—. Los datos forman parte de un reciente balance presentado por la asociación de radiotaxi de la capital, que preside Álvaro Baños. «Lo peor es que todo sigue a la baja y que la tendencia pesimista es la misma al menos hasta que se empiece a recuperar el consumo en algún momento. Parece que no hay salida», reflexiona Baños, en un tono más que gris a propósito de la situación del sector y el desplome de la recaudación.
Aunque tampoco es tan cierto. Sí hay una alternativa. Es la de trabajar el doble de horas para procura paliar la pérdida de facturación y un incremento sostenido en los combustibles. Si bien menos trabajo se corresponde en este caso con un menor coste de la energía que alimenta los vehículos del ramo.
Bienio muy negro
En el año 2007, el número de carreras anuales de los taxis de la capital sumaban 524.332. En 2008, el descenso de este volumen fue mínimo. Apenas se registraron 4.000 menos, lo mismo que en 2009. Fue en 2010 cuando el bajón del consumo propiciado por la crisis se hizo más manifiesto. Al cabo de ese año la suma de servicios fue un 14% inferior al de dos ejercicios antes con un total de 450.257.
Entre 2011 y 2012 es cuando se ha constatado que los taxistas, como la economía del país, no acaban tampoco de tocar fondo. El 2011 se saldó con 403.384 servicios y en el 2012 se superaron ligeramente los 352.000.
¿Como marcha 2013? Bastante mal si se tiene en consideración que en los dos primeros meses del año se perdieron 3.000 servicios respecto a enero de 2012 y 4.000 respecto a febrero de ese mismo ejercicio. Las estadísticas hasta junio, como refrenda Álvaro Baños a este periódico, todavía no están cerradas. Pero las expectativas no resultan muy halagüeñas.
Otras alternativas para engrosar los ingresos, como es por ejemplo la publicidad que se suele pasear por la ciudad en diversas partes del vehículo, tampoco parece que pasen por el mejor momento, dada la caída también de la capacidad de las empresas en ese campo. Aunque al menos el Ayuntamiento de León no figura entre los que gravan ese soporte como ocurre en algunas capitales españolas. En Barcelona, por ejemplo, el Ayuntamiento de la ciudad condal acaba de establecer una tasa «low cost» para favorecer este tipo de ingresos entre los taxistas.
SALUT Y BUEN VIAJE.
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