LOS TAXISTAS PIDEN QUE NO SE PIERDA LA LICENCIA DESPUES DE LA JUBILACION

VALENCIA – Las asociaciones harán alegaciones para que el reglamento descarte cualquier ambigüedad acerca de la transmisión de los permisos.

Que se clarifiquen los conceptos de titularidad de la empresa en caso de fallecimiento, incapacidad o jubilación. Esa será una de las alegaciones que el sector del taxi prepara cuando salga a exposición pública el reglamento que desarrolla la Ley de Movilidad.

El presidente autonómico de la Unión de Asociaciones de Taxistas, Antonio Haro, dijo ayer que la Agencia Valenciana de la Movilidad ya les ha remitido la primera parte del borrador de reglamento, que se refiere a las licencias y transmisiones. Faltan los capítulos que hablan de vehículos y sanciones.

En su opinión, el derecho adquirido por un taxista para mantener la licencia después de la jubilación, lo que ahora se hace si se demuestra que el vehículo lo conducen asalariados, no queda claro en la futura normativa. «Queda en algunos puntos a interpretación de la Administración», aseguró.

Haro defendió que el taxi debe entenderse como una empresa, por lo que rechazó que se deje cualquier «puerta abierta» a que la licencia tenga que transferirse a la Administración o a un particular, en contra de la voluntad del titular.

En la actualidad, sólo hay que justificar la utilización del coche por parte de asalariados. Las otras variantes aparte de la jubilación es que si la licencia pertenece a un menor por herencia se hace cargo un administrador, mientras que para los mayores de 60 años que reciben el permiso por un motivo similar no hace falta demostrar ninguna capacitación. El reglamento vigente es de 1979 e incluye, prosigue Haro, con que si el permiso llega a un mayor de edad, entonces tiene un plazo de dos años para conseguir la tarjeta de transporte.

El apartado de la transmisión y la licencia será motivo de alegación, aunque el presidente dijo que antes quiere promover una reunión a primeros de septiembre con responsables de la Confederación del Taxi, con el propósito de poder unificar criterios y presentar si es posible un documento conjunto.

Otros aspectos del borrador que no quedan nada claros son, a juicio de Haro, son los que hablan de los vehículos de servicios especiales, tanto los adaptados como los de mayor capacidad, de hasta nueve plazas. El propósito de la asociación es que no se permita la posibilidad de que los coches de este tipo sean de una zona y puedan coger clientes en otra, al menos de manera estable y permitida en el reglamento.

Lo que debe hacer la Administración es, argumentó el presidente autonómico, aumentar las subvenciones por la compra de coches y consumo de combustible, para de este modo aumentar la oferta. Desde 2005, según los datos que aportó, la Conselleria de Infraestructuras ha subvencionado sólo con 130.000 euros la adquisición de estos vehículos.

Haro se mostró disconforme con la obligación que fija la Ley de Movilidad acerca de que el 5% del parque móvil sea de coches adaptados.

«En el caso de Valencia y su área metropolitana, donde hay 2.969 taxis, tendría que haber 150 vehículos para servicios especiales, lo que es una exageración. Ahora habrá unos 14 adaptados y con media docena más sería suficiente». Por último, destacó que la Agencia debería entregar el resto del borrador «de una vez y no por partes, para estudiar todo el documento.

SALUT Y BUEN VIAJE.